Dicen que el marisco, el sésamo y el aguacate son alimentos ricos de dopamina y acetilcolina y por esto nos ayudan a salir del estancamiento cerebral, así que esta receta va perfecta para ayudar la memoria y la concentración. No os prometo que de por si sola os va a convertir en unos estudiantes modelo, pero seguramente os sentiréis llenos de energías y despiertos... no por nada los pokebol son una de mis opciones favoritas para un almuerzo sencillo y delicioso. Si no os mola demasiado el marisco crudo, tenéis una buena alternativa salteando las vieiras unos minutos en el wok, pero si sois amantes como yo del crudo os podéis ahorrar este paso sin remordimientos. Ingredientes (para 2 personas): 200 g de vieiras (por el tema del anisakis mejor si congelada y muy importante dejar que se descongelen en la nevera el tiempo necesario antes de utilizarlas para la receta) 2 rodajas de cebolla blanca dulce un puñado de cebollín picado 2 aguacates maduros cortado en dado (1 por persona) 1 pepino pequeño cortado en bastoncillos o rodajas finas sal y pimienta Para la marinada: 3 cucharadas de aceite de sésamo (o, como alternativa, de oliva virgen extra) 3 cucharadas de tamari (o de salsa de soja, para los que coman gluten) 1 o 2 cucharadas de semillas de sésamo Para acompañar: 100 g de arroz tipo sushi La receta es de lo más sencillo que se pueda hacer. Por un lado en un bol mezclamos todos los ingredientes de la marinada (aceite, tamari y sésamo) añadiendo las vieiras (si son muy grandes las podéis cortar en dados, como las que yo compro en La Sirena son pequeñitas, las suelo dejar enteras). Mezclamos delicadamente y dejamos reposar 30 minutos en la nevera.
Mientras tanto, cocemos el arroz según las instrucciones del paquete (yo lo hago con la arrocera de Lékué y en 12 minutos tienes un arroz perfecto y sin ensuciar nada o casi) y dejamos reposar unos 3 minutos al terminar la cocción. Ponemos el arroz en el fondo de un bol y añadimos por encima las vieiras con la marinada, la cebolla dulce, el cebollino, el pepino y el aguacate, añadimos un chorrito de aceite y sal y pimienta al gusto y... ¡listo!
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Dhal (o también dal o daal) es una palabra sánscrita que se utiliza para denominar a las legumbre peladas, un ingrediente fundamental de la cocina de la India, donde se conocen unas 50 variedades diferentes de legumbres dhal. En este caso se trataría de un masoor dhal, es a decir un dhal de lentejas rojas. Ingredientes: 150 g de lentejas rojas cocidas 1 cebolla 250 g de tomates maduros en dados un trocito de jengibre 1 puñado de cilantro picado fino 1 cucharadita de cúrcuma 1 cucharadita de curry 1 pizca de comino en polvo 1 cucharada de leche de coco en polvo (opcional) un poco de concentrado de tomate (opcional) aceite de oliva virgen extra sal (al gusto) Cocinamos las lentejas según las indicaciones del paquete (generalmente, una taza de lentejas por 3 de agua, tiempo de cocción: unos 20 minutos). Mientras tanto ponemos a calentar un poco de aceite en una sartén, picamos finemente la cebolla y, cuando el aceite esté bien caliente, la sofreímos a fuego medio/bajo unos minutos hasta que empiece a coger un poco de color.
Añadimos el tomate troceado y dejamos que se haga. Cuando el tomate empiece a estar un poco hecho añadimos las especias ajustando las cantidades al gusto (también, si lo tenéis a disposición, podéis añadir un poco de concentrado de tomate para que la salsa os quede más densa y sabrosa). Cuando las lentejas estén listas las añadimos a la salsa de tomate, añadimos medio vaso de agua (y, opcional, una cucharada de leche de coco en polvo) y vamos aplastando delicadamente con un cucharón de madera. Bajamos el fuego y dejamos que se cocine lentamente hasta que el agua se reduzca. Retiramos del fuego y decoramos con un puñado de cilantro fresco picado. Para un plato más completo, podemos acompañar nuestro dhal con un poco de arroz basmati blanco. Si como a mi te encanta la cocina asiática, esta receta es seguramente lo tuyo. No es especialmente complicada pero te aseguro que el sabor de estos noodles será una explosión de alegría para tu paladar. Ingredientes (para 2 personas): 40 ml de vinagre de arroz 15 g de azúcar moreno (o panela) 180 g de noodles soba 1 mango 1 berenjena 1 diente de ajo 1 chile (opcional) 1 lima 1 cucharadita de aceite de sésamo media cebolla roja media cucharadita de sal 3 ramas de cilantro fresco 3 ramas de albahaca fresca aceite de girasol para freír Antes de todo, ponerme en un cazo el vinagre de arroz y el azúcar a fuego lento hasta que se deshaga el azúcar. Separamos del fuego y añadimos el ajo machacado, el chile en rodajas y el aceite de sésamo. Dejamos enfriar y a continuación añadimos la ralladura de la piel y el zumo de lima. Mientras tanto, lavamos la berenjena y la cortamos en cubos de 2 cm y los tostamos en una sartén con abundante aceite de girasol. Sazonamos al gusto y una vez que estén hechas la ponemos a escurrir en un colador.
En una olla, hervimos los noodles hasta que esté al diente, escurrimos y reservamos (calculan que generalmente tardan unos muy pocos minutos en cocinarse). Pelamos y troceamos el mango y hacemos una cama en el plato. Colocamos encima los nooules, añadimos la berenjena y la cebolla en crudo cortada en rodajas. Por último lavamos, cortamos y añadimos el cilantro y la albahaca y regamos con el aliño de vinagre y lima. Mmmm... En otoño los días se hacen más frescos y a veces necesitamos un abrazo calentito y dulce, que nos recuerde el verano recién pasado. Así que esta receta es perfecta para esas ocasiones, para un desayuno en compañía durante el fin de semana o para una merienda sabrosa y regeneradora. Ingredientes:
1 rollo de masa de hojaldre 300 g de uva (o, como alternativa, unos 80 g de pasas remojadas) 2 peras 1 cucharada de canela en polvo 2 cucharadas de panela de azúcar moreno un poco de margarina 50 g de nueces troceadas unas cucharadas de pan rallado azúcar glas (opcional, para adornar) Como primera cosa hay que cortar las uvas por la mitad y quitar las pepitas. Luego pelamos y cortamos en cubitos las peras y ponernos toda la fruta en una olla pequeña o en una sartén para que se cocine a fuego medio, añadiendo la panela y tapamos con una tapa. Después de unos 10 minutos, añadimos las nueves y una cucharada de canela (podéis poner más o menos canela, al gusto) y mezclamos bien durante aproximadamente otros 10 minutos, sin tapar. Si vemos que la mezcla de frutas nos queda muy líquida, podemos añadir una cucharada de pan rallado para que absorba el exceso de humedad. Quitamos la masa de hojaldre de la nevera unos 10 minutos antes de usarla, la desenrollamos y la dejamos encima del papel sulfurizado. Pincelamos la masa con un poco de margarina derretida y vertemos encima la mezcla de fruta, ocupando toda la porción central y vamos cerrando nuestro strüdel un lado a la vez, sin dejar aberturas. Después de haberlo cerrado bien, lo cepillamos con el resto de margarina derretida (o, en alternativa, con un huevo batido). Horneamos en el horno precalentado a 180 ° unos 20 minutos y apagamos el horno dejando nuestro strüdel adentro y dejando el horno ligeramente abierto otros 10 minutos, pasados los cuales lo quitaremos del horno y lo preparamos para servir espolvoreando con azúcar glas. Preparar hummus casero es muy sencillo, mi versión favorita es esta de pimiento rojo porque tiene un toque extra de sabor, pero si no te gusta el pimiento podrás seguir las mismas indicaciones para hacer un hummus tradicional, como el de la foto a continuación (y será suficiente acompañarlo con un poco de perejil fresco o albahaca y de semillas de sésamo para un efecto final impresionante). Ingredientes:
1 pimiento rojo asado (y bien escurrido) 150 g de garbanzos cocidos 1 diente de ajo 1 tomate seco (opcional) el zumo de medio limón 1 cucharada de tahini (puedes hacerlo tu mismo moliendo 200 g de semillas de sésamo tostadas en un mortero con 50 g de aceite de oliva virgen extra) media cucharadita de comino en polvo 1 cucharadita de sal 2 cucharadas de aceite de oliva pimentón dulce o picante en polvo para espolvorear Simplemente tienes que mezclar todos los ingredientes en la batidora hasta conseguir una textura cremosa. Puedes servirlo acompañado con tostadas, picos o verduras (las zanahorias son perfectas) cortadas en palitos. ;) Hacer crema de calabaza es sencillo, nutritivo y delicioso, así que os dejo aquí a continuación mis tres versiones favoritas, para que podáis ir variando en función de los ingredientes que tengáis a disposición... 1. Crema Thai de CalabazaIngredientes: 500 g de calabaza 1 (o media, al gusto) cebolla 1 diente de ajo 1 trocito pequeño de jengibre (o una cucharada de jengibre en polvo) 1 pastilla de caldo de verduras + 500 ml de agua (o en alternativa, 500 ml de caldo de verduras) 1 cucharada de aceite de coco (o en alternativa aceite de oliva) 1 cucharadita de curry y/o comino o una pizca de canela en polvo sal y pimienta negra al gusto *opcional: leche de coco (para diluir un poquito al final, si no también os vale un poquito de agua o de nata para cocinar, según preferencias) Derretir el aceite de coco en la olla y suavizar la cebolla cortada en trocitos junto al ajo y jengibre picado a fuego medio-alto durante unos 3 minutos. Añadir la calabaza cortada en cubitos y el caldo (cuidado con no pasarte con el caldo, si no la crema te quedará muy líquida y no densa y cremosa) y dejar cocinar hasta que la calabaza esté tierna. Pasar el todo por la licuadora y si necesario añadir la leche de coco (o sus alternativas) para corregir la textura, añadir las especias y terminar de sazonar al gusto. 2. Crema de Calabaza con ManzanaIngredientes: 500 g de calabaza 1 cebolla 1 diente de ajo el zumo de 1 limón 1 manzana sin el corazón cortada en dados (o también puedes hacer una versión con pera) 1 cucharadita de pimentón dulce una pizca de canela en polvo 1 cucharada de aceite de coco (o de oliva) 1 pastilla de caldo de verduras + 500 ml de agua (o en alternativa, 500 ml de caldo de verduras) sal y pimienta negra al gusto Derretir el aceite de coco en la olla y suavizar la cebolla cortada en trocitos junto al ajo picado a fuego medio-alto durante unos 3 minutos. Añadir la calabaza y la manzana cortadas y el caldo y y dejar cocinar hasta que la calabaza esté tierna. Pasar el todo por la licuadora, añadir el zumo de limón y las especias y sazonar al gusto. 3. Crema de Calabaza y ZanahoriaIngredientes:
500 g de calabaza 1 (o media) cebolla 1 diente de ajo 2 zanahorias 1 manzana sin el corazón cortada en dados 1 cucharada de tomillo picado (o seco) 1 cucharada de aceite de coco (o de oliva) 1 pastilla de caldo de verduras + 500 ml de agua (o en alternativa, 500 ml de caldo de verduras) sal y pimienta negra al gusto Derretir el aceite de coco en la olla y suavizar la cebolla cortada en trocitos junto al ajo picado a fuego medio-alto durante unos 3 minutos. Añadir la calabaza y las zanahorias cortadas en trozos pequeños y el caldo y dejar cocinar hasta que estén tiernas. Pasar el todo por la licuadora, añadir el tomillo y sazonar al gusto. |
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