Esta deliciosa crema de nueces (vegana, sin gluten y sin lactosa... ¿qué más se puede pedir?) ha marcado el gran comienzo de mi menú de Nochebuena. Creo que las nueces le dan un aire "navideño" ideal para estos días. Además es una excelente excusa para no comer siempre la misma crema de verdura y deliciar nuestros paladares con un sabor un poco diferente. Ingredientes (para 4 personas): 2 cebollas 200 g de nueves 4 cucharadas soperas de margarina 3 cucharadas soperas de harina de arroz 750 ml de caldo de verduras 150 ml de nata de soja para cocinar sal pimienta recién molida zumo de limón unas nueces para decorar Como primera cosa pelamos y picamos la cebolla por un lado, y, por el otro, desmenuzamos las nueces. Procedemos derritiendo la margarina en una cacerola y rehogamos la cebolla hasta que quede transparente. Añadimos la harina y removemos hasta que se dore ligeramente.
A este punto añadimos las nueves y removemos bien. Rehogamos todo con el caldo y cocinamos durante unos 15 minutos a fuego lento. Por último, añadimos la nata para cocinar y pasamos todo por la batidora. Si vemos que la textura nos queda muy densa podemos diluir con un poco de caldo o, al contrario, cocinar un poco más. Condimentamos con sal, pimienta y zumo de limón y volvemos a batir hasta conseguir una textura cremosa. Servimos decorando con nueves.
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Se dice que las nueces, que se cultivan desde el año 7000 a.C., son el alimento más antiguo procedente de un árbol conocido por la humanidad. ¿Lo sabías? Una ración de 30 gramos de nueces es una buena fuente de manganeso (50% del aporte diario recomendado), cobre (40%), magnesio, fibra y también contiene niacina, ácido fólico y vitaminas B1, B2 y E. A diferencia de ortos frutos secos, las nueves contienen ácido alfa-linoléico, un acido graso omega 3 que reduce el riesgo de enfermedad cardíaca ya que reduce el colesterol y disminuye la posibilidad de que se formen coágulos en la sangre. Los ácidos grasos esenciales de las nueces también ayudan a fortalecer las membranas de las células cutáneas y su buen aporte de cobre tiene un papel importante en el mantenimiento del sistema inmunitario y en ayudar la producción de glóbulos blancos.
Ya que un puñadito es suficiente para disfrutar de su aporte beneficioso, puedes añadirlas a tus ensaladas, a las masas dulces o saladas para darles un toque aromatizado o hacer un pan rústico con unos puñados de nueces troceadas. |
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